• 26/07/2021

¿Qué haríamos nosotros sin los abuelos? Gracias a ellos posiblemente somos mejores personas, su dedicación e implicación nos ayudan a aprender nuevas recetas o remedios caseros que pueden ser muy efectivos para aliviar algunas molestias.

Por todo ello, el 26 de Julio fue escogido como el Día de los abuelos. Pero ¿qué ocurre cuando nos hacemos mayores?, ¿Qué cambios sufre nuestro organismo? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

Revolución del sistema circulatorio

Los años pasan y nuestro organismo también envejece con el paso del tiempo, produciendo múltiples cambios que pueden retardar la circulación de la sangre.

Uno de los sistemas más afectados por el paso de los años es el aparato circulatorio. Para prevenir la aparición de patologías relacionados con él, es muy importante que hagamos un seguimiento del sistema circulatorio, ya que si no se trata debidamente puede desencadenar en patologías más graves.

Para empezar, debes saber que la mala circulación sanguínea afecta, principalmente, a las piernas, las manos, los tobillos o los pies y puede llegar a repercutir en el funcionamiento de algunos órganos.

Además, las personas mayores con problemas de circulación son más propensos a sufrir una caída, lo que a su vez podría provocar una fractura de cadera u otro tipo de lesión que podría desencadenar en graves consecuencias para su salud.

Causas de una mala circulación

Hay muchos factores que contribuyen a la aparición de estas patologías:

• Por un lado, el volumen total de agua en el cuerpo de los más mayores disminuye, lo que a su vez reduce el volumen de la sangre y sus glóbulos rojos viajan a través de todo el cuerpo a un ritmo más lento.

• Disminución de la actividad física. La cantidad de ejercicio y actividad física están directamente relacionados con un flujo sanguíneo saludable y, a veces, el ejercicio disminuye a medida que se envejece. Varias investigaciones concluyen que las personas mayores que no hacen ejercicio con tanta asiduidad suelen tener un flujo sanguíneo máximo más bajo.

• Los hábitos que se han ido asumiendo a lo largo del tiempo también afectan de manera directa a la circulación. Por eso, se recomienda no beber alcohol en exceso, ya que puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos relacionados con la circulación, como los accidentes cerebrovasculares. Y mucho menos fumar, ya que también se ha demostrado que afecta directamente al sistema circulatorio.

• La hipertensión tiene un efecto directo en la salud circulatoria. La presión arterial alta puede hacer que el corazón trabaje más y tener un efecto negativo en la circulación.