• 20/10/2021

La vuelta al trabajo presencial, el tráfico imposible que vuelve a llenar las carreteras… En general, el frenético ritmo de vida que llevamos y el estrés al que estamos sometidos día a día afecta a nuestra calidad de sueño.

Dormir bien o mal es tan importante como llevar una dieta sana o hacer ejercicio habitualmente, ya que un mal descanso favorece el desarrollo de enfermedades.

Por ello, es muy importante prevenir el insomnio, descansar entre 7 y 8 horas y mantener una buena calidad del sueño para mejorar la salud de toda la familia. A continuación, te explicamos algunos de los beneficios que aporta dormir bien.

MEJORA TU ESTADO DE ÁNIMO

Cuando, por fin, conseguimos cerrar los ojos y conciliar el sueño, nuestro organismo logra deshacerse de la tensión que hemos acumulado durante el día y entra en un estado de relajación producido por la liberación de sustancias como la melanina y la serotonina. Estas hormonas son muy importantes, ya que ayudan a controlar el ritmo circadiano y regula los ciclos del sueño, contrarrestando los efectos de las hormonas del estrés.

INCREMENTA LA CREATIVIDAD

Mientras dormimos el cerebro se relaja y produce una cantidad equilibrada de hormonas, provocando que nuestra memoria funcione a la perfección, siendo así mucho más productiva.

La presión no es buena en ningún aspecto de nuestra vida y para nuestro organismo tampoco, por eso cuando conseguimos liberarnos de ella nuestra imaginación se dispara y somos más creativos.

 

TE DEFIENDE DE CUALQUIER ATAQUE BACTERIANO

El sueño es la mejor medicina para nuestro sistema inmunitario, ya que este emplea el tiempo que dormimos para regenerarse, permitiéndole luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes que nos amenazan de forma continua. Y es que tener el sistema inmunitario fuerte y reforzado aumenta las probabilidades de superar con éxito cualquier infección.

 

AYUDA A PERDER PESO, DESARROLLAR MÚSCULO Y AUMENTA LA RESISTENCIA FÍSICA

Descansar mejora la resistencia aeróbica, o lo que es lo mismo, tienes más agilidad para realizar cualquier tipo de movimiento. Esto sucede porque nuestro organismo tiene una actividad metabólica más activa durante la noche, aprovechando la mayor parte de las horas de sueño, excluyendo la fase REM, para reparar el daño causado a las células y tejidos durante el día.

Por lo contrario, la falta de sueño hace que las células grasas liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. Lo que provoca que tengas más apetito.

MEJORA LA MEMORIA

Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, lugar donde se almacena nuestra memoria, se restaura y transforma la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo.

Al igual que pasa con la creatividad, descansar bien fortalece las conexiones neuronales, reforzando la memoria.

La siesta, también aporta grandes beneficios. Por ejemplo, de llegar a dormir 90 minutos a media tarde, estaríamos ayudando a fijar los recuerdos y aumentando la destreza.

Aunque es bastante probable que no tengas el suficiente tiempo para llegar a la hora y media de siesta diaria pero quizás te sea más fácil destinar unos 30 minutos a desconectar y a lograr relajar las tensiones que has ido acumulando durante la mañana.

PROTEGE EL CORAZÓN

¿Sabías que las personas que padecen insomnio tienen hasta tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen bien?

Esto se debe a que la falta continuada de sueño aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca.

NOS HACE SER MÁS JÓVENES Y ATRACTIVOS

No es una leyenda urbana, dormir bien es el mejor tratamiento de belleza. Las personas con un buen ciclo del sueño se recuperan mejor de la exposición a la luz ultravioleta, su piel se recupera más rápidamente y muestran menos signos de envejecimiento.

Así que ya sabes, si quieres mantener tus células jóvenes debes de intentar acabar con el insomnio y descansar entre 7 y 8 horas diarias.