• 01/06/2022

¿Qué son las venas safenas?

En tus piernas tienes una red de venas que está muy cerca de la piel y se encarga de retornar la sangre poco oxigenada desde los capilares sanguíneos de las piernas hacia el corazón, para que después se vuelva a oxigenar por los pulmones.

Las dos venas más importantes de este sistema venoso superficial son la vena safena externa y la vena safena interna. Ambas recorren tus piernas desde el pie hasta el muslo, están comunicadas entre ellas y son las venas más largas que tienes en el cuerpo.

Una característica que hace únicas a la vena safena externa y la vena safena interna respecto a otras venas del cuerpo es la presencia en su interior de una serie de válvulas. Estas válvulas actúan a modo de compuertas para favorecer que el flujo de la sangre siempre tenga una dirección ascendente hacia el corazón y no se quede inmóvil, gracias a las contracciones de los músculos de las piernas que actúan como bombas para propulsar la sangre.

Vena safena externa

La vena safena externa (también conocida como vena safena menor) recorre la cara posterior de la pierna por encima de los gemelos hasta llegar a la rodilla1.

Cuando no se tratan los reflujos de la vena safena externa estos pueden ser los responsables de la recurrencia de los síntomas de la insuficiencia venosa.

Vena safena interna

La vena safena interna (también llamada vena safena mayor o vena safena magna) se origina en el dorso del pie y avanza hasta la ingle por la parte interna de la pierna hasta desembocar en la vena femoral común1.

Un cierre incorrecto de las válvulas antirreflujo que recorren por dentro la vena safena interna es la principal causa de las varices. La sangre se queda estancada en las piernas en lugar de seguir su trayectoria ascendente hacia el corazón. Por lo que se produce una insuficiencia venosa con una dilatación de las venas superficiales de las piernas y la aparición de varices acompañadas de dolor2.

Cuándo considerar la extracción de la vena safena

La extracción de las venas safenas de las extremidades inferiores se realiza mediante una intervención quirúrgica sencilla haciendo una incisión en la zona de la ingle y del tobillo. La intervención de extracción de la vena safena está indicada cuando hay una insuficiencia venosa grave que se manifiesta con:

 

  • Dolor y pesadez crónica en las piernas.

 

  • Calambres musculares y pinchazos en las piernas que empeoran después de estar sentado o de pie durante periodos largos de tiempo.

 

  • Presencia de venas dilatadas que sobresalen y son visibles desde el exterior.

 

  • Úlceras en la piel y aparición de un color azul de la piel como consecuencia del exceso de presión en las venas.

 

Después de la cirugía el médico te recomendará colocar un vendaje compresivo en toda la pierna que tendrás que llevar alrededor de una semana.

Aunque la cirugía de las varices es una intervención segura y, al cabo de 15 días, puedes seguir con tu rutina diaria habitual, pueden existir consecuencias de operar las varices de la vena safena3.

 

Las complicaciones inmediatas, que pueden aparecer, incluyen des de la aparición de hematomas, el sangrado, las infecciones, el dolor de cabeza a los riesgos vinculados a la anestesia reacciones alérgicas a los medicamentos).

 

Las complicaciones a medio plazo que se pueden presentar incluyen la hinchazón de la pierna, la mala cicatrización de las heridas de la cirugía y la reaparición de varices con el paso del tiempo.

Bibliografía:

1Aguilar LC. Trastornos circulatorios de las extremidades inferiores (I). Clasificación, epidemiología, fisiopatología, clínica y complicaciones. Offarm. 2003; 22(9):94-104. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-trastornos-circulatorios-extremidades-inferiores-i--13053132

 

2MedlinePlus. Venas varicosas. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001109.htm (consulta 27 de abril de 2022).

 

3Goldenstein C, Bondacia E, Canevari M, et al. Complicaciones y secuelas de la cirugía de varices. Flebología y Linfología. 2006; 2:68-81. http://www.sflb.com.ar/revista/2006-02-03.pdf