• 24/05/2023

Con la llegada de la primavera y el verano, las altas temperaturas altas empeoran la circulación de la sangre y provocan hinchazón, pesadez y picor de las piernas.

Vamos a ver por qué cuando llega el buen tiempo las molestias de tus piernas cansadas empeoran y cómo mejorar la circulación de las piernas.

Temperaturas altas y circulación sanguínea

El calor provoca una dilatación de las venas de las piernas y un estancamiento de la sangre en su interior1.

Si a esto le sumas el efecto de la gravedad, un mal funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas y un debilitamiento de las paredes de las venas, el resultado es que los síntomas de la insuficiencia venosa crónica empeoran1.

En lugar de que la sangre circule en dirección ascendente de regreso hacia el corazón, la dilatación de las venas por el calor hace que el flujo de la sangre avance en sentido descendente.

Los problemas de piernas cansadas en primavera o verano se traducen en2:

  • Un empeoramiento de las piernas hinchadas.
  • La presencia de picor y agujetas en las piernas.
  • Una mayor dificultad para descansar bien por las noches debido a que se adormecen las piernas y pueden aparecer calambres nocturnos.

Cómo aliviar las piernas cansadas en primavera y verano

La mejor solución para mejorar las piernas cansadas en primavera es anticiparte a ellas y prevenirlas.

Estos consejos te ayudarán a prevenir la aparición de piernas cansadas y su empeoramiento a causa de las temperaturas altas3:

  1. Evita la exposición solar y utiliza protector solar con un factor de protección 30 o superior: limita al máximo el calor, sobre todo durante las horas más críticas del día (mediodía y primera hora de la tarde).
  1. Toma baños de agua fría 2 o 3 veces al día: el agua fría favorece la circulación sanguínea y relaja los músculos de las piernas. Una alternativa son las toallas con agua fría y los geles con efecto frío.
  1. Bebe mucha agua y toma una ensalada o una taza de gazpacho de primer plato del almuerzo y la cena. Los vegetales crudos deben ser la base de tus menús durante la primavera y el verano por su gran aporte en agua y su alto contenido en fibra, que te ayuda a prevenir el estreñimiento que empeora las piernas cansadas.

Si a pesar de estos consejos, los síntomas de las varices no mejoran, tu médico te puede recomendar un medicamento para la insuficiencia venosa.

Cómo mejorar la circulación de las piernas

Además de los consejos anteriores, la dieta y la actividad física son tus otros dos grandes aliados para mejorar la circulación de las piernas.

Sigue una dieta equilibrada y evita el consumo de aquellos alimentos que empeoran la circulación de las piernas y favorecen la retención de líquidos, como las bebidas azucaradas, los alimentos y platos precocinados (pizzas congeladas, lasañas listas para consumir, pan de molde industrial, etc.) y las bebidas alcohólicas de cualquier tipo1,3.

Practica algún tipo de actividad física al aire libre, aunque solo sea salir a andar 30 minutos. Andar en el agua fría de la orilla del mar mientras las olas te golpean en las piernas te ayuda a activar la musculatura de las piernas e impulsar la sangre. De todos los deportes, la natación y el ciclismo son los más apropiados para favorecer el retorno venoso y aliviar las piernas cansadas1,3.

Consejo extra: cuando llegues a tu casa, acuérdate de mantener las piernas elevadas durante al menos 10 minutos y procura dormir con las piernas ligeramente elevadas (unos 30 cm) para que la sangre circule bien.

Bibliografía: 

1Piera Fernández M. Piernas cansadas. Atención especial. Farmacia Profesional. 2002; 16(9):96-99. 

2Spath P, Tisato V, Gianesini S, et al. The calendar of cytokines: Seasonal variation of circulating cytokines in chronic venous insufficiency. JRSM Cardiovasc Dis. 2017; 6:2048004017729279.

 3Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC). Guía práctica para prevenir y tratar el síndrome de piernas cansadas. Disponible en: https://www.sefac.org/sites/default/files/2017-11/Sind__piernas_cansadas.pdf (consultado el 18 de mayo de 2023).

4Glauser F, Codreanu A, Tribout B, et al. Prevention of chronic venous disease: which advice for our patients? Rev Med Suisse. 2012; 8(327:306-308.